SU VIDA
Su gobierno por etapas
Etapa 1 y 2
El gobierno de Luis Valls al frente del Banco Popular – Primera etapa
Según aterrizó en el Popular, Luis Valls procedió a desmantelar su consejo de administración estableciendo, además, la separación de funciones entre administradores y directivos, de forma que las decisiones se tomasen sólo por criterios profesionales. Esta filosofía no dejó de ser así durante las cinco décadas de su gobierno.
Quiso desde el principio una organización muy flexible y muy plana. La idea era profesionalizar la toma de decisiones, fundamentalmente los procedimientos de concesión de créditos. Además, durante estos primeros años reunió capital a su alrededor, revivió la figura jurídica de la Sindicatura de Accionistas e inició una fuerte expansión nacional e internacional.
Paralelamente, y de forma premeditada, consiguió influir en la apertura económica del régimen de Franco y fue el inspirador del gobierno de los tecnócratas. Todo ello en silencio, desde un segundo plano, consiguiendo con ese movimiento una enorme influencia política.
El gobierno de Luis Valls al frente del Banco Popular – Segunda etapa
A mediados de los años sesenta, Rafael Termes fue nombrado consejero delegado del Popular. Siempre tuvieron una relación muy cordial, aunque defendían formas distintas y legítimas de llevar adelante la actividad de la entidad.
Valls veía el futuro en el negocio minorista, con empresas pequeñas y medianas y ahorradores particulares. Tras un periodo de reajuste, se nombró a Luis Valls presidente en 1972 y, después de cuatro años de buena relación -con discrepancias crecientes-, Termes fue nombrado presidente de la AEB y dejó el Popular.
En el Consejo de Administración del Banco del 20 de julio de ese mismo año, se nombran vicepresidentes primero y segundo a Javier Valls y Manuel Fanjul. Javier Valls desempeñó este cargo hasta que en 1989 fue promovido a la presidencia, compartiendo ésta con su hermano Luis.
La Sindicatura de Accionistas del Banco Popular
La Sindicatura de Accionistas del Banco Popular es un típico pacto parasocial, es decir, un acuerdo de un grupo de socios para regular el ejercicio del derecho de voto y de transmisibilidad de sus acciones, que puede tener efectos sobre el control y la gestión. El marco para este tipo de acuerdos está previsto en la ley, y en concreto para las sociedades cotizadas hay un marco específico en la Ley de Sociedades de Capital.
En el Banco Popular esta Sindicatura de Accionistas nace el 21 de marzo de 1946 con el nombre de ‘Pacto de Sindicación de Señores Accionistas del Banco Popular’ (ver anexo), con la finalidad -según consta en el propio contrato- de “impulsar por todos los medios la marcha del BANCO POPULAR ESPAÑOL, y creyendo firmemente que para tal fin es indispensable garantizar la continuidad y permanencia de una orientación determinada”. Era una forma de expresar el apoyo a la gestión desempeñada por el Consejo de Administración.
Ese acuerdo era la ejecución del Contrato de Sindicación formalizado por Félix Millet Maristany (quien sería Presidente del Banco hasta 1957) y otros accionistas el 26 de julio de 1945. Aquel acuerdo constaba de doce cláusulas que preveían desde la forma de tomar acuerdos conjuntos hasta el procedimiento de venta de acciones. (Ver anexo)
Para acceder al Consejo y a la Vicepresidencia del Banco Popular en los años 50, Luis Valls agrupó sus acciones y las de su entorno al Pacto de Sindicatura. Por esta vía consiguió el apoyo de un núcleo de accionistas que secundara su forma de dirigir el Banco. Aristóbulo de Juan – Luis Valls Taberner
Las obligaciones contenidas en ese Pacto fueron modificadas en 1975, convirtiéndose en un simple pacto de caballeros que dejaba a los accionistas adheridos total libertad para comprar o vender acciones. La Sindicatura tenía las puertas abiertas tanto para entrar como para salir. Para atender las consultas que se planteaban en las sucursales del Banco, la Oficina del accionista elaboró y distribuyó un folleto que pudiera orientar a los interesados. (Ver anexo)
La Sindicación o Sindicatura1 estuvo representada en el Consejo de Administración del Banco Popular. En sus comienzos, en 1946, los acuerdos se adoptaban por mayoría de votos, pero con el tiempo y el crecimiento de la Sindicatura, este objetivo perdió virtualidad y los accionistas sindicados ejercieron su derecho al voto como cualquier otro accionista. El último representante de la Sindicatura en el Consejo del Banco -hasta el momento de su resolución en 2017- fue José Mateu Istúriz.
La participación de la Sindicatura (del grupo de los accionistas sindicados) en el capital social del Banco fue oscilando a lo largo de los años: cuando en 2006 falleció Luis Valls la Sindicatura agrupaba un 10’67% del capital, en 2013 había bajado al 7’53%, y en 2016 había aumentado hasta el 9’60%. La participación de la Sindicatura era pública -aparecía lógicamente en los informes del Banco tanto por su condición de agrupación de accionistas como por su condición de Consejero-, y además semanalmente comunicaba cualquier cambio a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que lo publicaba como Hecho Relevante, sin perjuicio de informar al Banco de España.
Los accionistas sindicados eran miles (más de dos mil al finalizar el año 2012): había institucionales y empresas (como Unión Europea de Inversiones, Minera Catalano Aragonesa), Fundaciones (como la Romanillos, Fomento de Fundaciones, Atenciones Sociales, la CMJ Godó o la Tatiana), y sobre todo muchos particulares, algunos de las familias fundadoras o tradicionales del Banco, como los Gancedo, Montuenga, Molins, Solís, Nigorra, Estévez, etc. Con su adhesión al pacto todos ellos expresaban su apoyo a los gestores, y especialmente a Luis Valls.
Tras el fallecimiento de Luis Valls en 2006, la Sindicatura mantuvo su participación en el Banco. El pacto era dado a conocer entre los accionistas por medio de la red de oficinas, por lo que tuvo una difusión muy capilar, y cumplió una función de servir de representación y canal de comunicación a muchos y muy diversos accionistas minoritarios.
(1) Existió también una Sociedad Anónima con la misma denominación, que tenía la fundamental finalidad de dar soporte jurídico al Pacto cuando fue necesario, por ejemplo, para ser miembros del Consejo, ya que el Pacto, al carecer de personalidad jurídica, no podía ser designado miembro del Consejo de Administración del Banco formalmente; por lo que la designación la asumía la Sociedad. La Sociedad que adoptó esa denominación fue una antigua Sociedad de la familia Valls-Taberner llamada ‘Mobiliaria de Desarrollo e Inversión’, constituida en 1968. Veinte años más tarde, el 25 de mayo de 1988, cambió su denominación social por la de Sindicatura de Accionistas del Banco Popular. La propia Sociedad, como es lógico, tenía acciones del Banco Popular y estaba adherida al pacto como un accionista más.