HUMANISTA
La persona, en el centro
Es interesante escuchar lo que analistas políticos y financieros dicen sobre cómo era Luis Valls y su forma de gobernar el popular, con su propio estilo de hacer banca pero nadie mejor para contarlo que alguien que vivió en primera persona todo lo que implicaba esa forma de ser y trabajar y esa obsesión que tenía Valls por poner a la persona en el centro de todo.
José María Rotellar, que fue directivo del banco (además de disfrutar las ventajas de ser cliente), glosaba en un artículo de prensa1 por qué el Popular fue un banco de los que ya no quedan, que siempre mantuvo un estilo distintivo dentro del conjunto de las entidades financieras. El texto a continuación es una cita literal del artículo mencionado:
Desvivirse por el cliente
«Era un banco volcado hacia el cliente, preocupado por él, porque las relaciones que establecía eran de confianza, de amistad, de un trato personal para todos y cada uno de sus depositantes y de sus deudores. Desde luego, es la experiencia que tengo personalmente como cliente que fui durante casi veinte años y también como directivo de la entidad en el tiempo que estuve en la misma.
Se decía siempre que el Popular daba un servicio de «traje a medida» a sus clientes, frente al «prêt-à-porter» de la mayoría de la banca. Por eso, era líder indiscutible entre las pymes y autónomos; ninguna de las grandes entidades podían disputarle ese terreno porque el Popular, más allá de los números, que los hacía y con exigencia, veía a personas, con distintos planteamientos para cada una de ellas. De hecho, todos los grandes codiciaban su cartera de pymes y autónomos, todos.
Mimar a los empleados
Popular cuidaba a sus empleados, y mucho. Puede que la retribución económica estuviese algo por debajo de la del sector, aunque era compensada con creces con otros beneficios sociales, pero el trato era humano y salvo que el empleado robase, tenía garantizado jubilarse en el banco, pues era una familia que cuidaba a sus profesionales.
No hizo nunca un ERE, rara avis en el sector, salvo al final, cuando el mercado le obligó a ello para no ser penalizado. Aun así, fue el ERE más humano de todos los que se puedan imaginar en banca”.
Bibliografía
(1) “En defensa del Banco Popular”, artículo escrito por José María Rotellar en la sección de opinión de OK Diario y publicado el 15 marzo de 2024.