TESTIMONIOS
Guido Stein
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“Lo que más ansiaba Valls era la libertad, no el poder”
La relación de Guido Stein con Luis Valls se remonta a la Alemania de los años 30, en los que, en la fundación Goerres coincidió el abuelo de Valls con el padre de Stein. En los 50 Luis Valls trató al padre de Guido y ya en los 80 fue el propio Guido quien comenzó a tratar al banquero catalán.
“Con Luis Valls rompieron el molde” asegura en su relato el profesor del IESE, Guido Stein, que lo trató en numerosas ocasiones. Era imprevisible y muy interesado en todo lo que ocurría en la sociedad, desde el arte a, por supuesto, las finanzas.
El liderazgo es otro de los aspectos que destaca el profesor, relatando que era un líder muy respetado por sus equipos al que seguían con mucha determinación.
Su amor por la prensa y su capacidad de seducción son dos facetas muy identificables al realizar el perfil del banquero Valls, pero Stein relata que lo que, quizá más lo definía era su interés por saber con detalle y en primera persona lo que ocurría en la sociedad. Quizá por esa razón siempre tuvo una estrecha relación con los periodistas que estaban en la calle, al pie de la noticia. Ese interés por saber lo que ocurría lo enriquece el profesor con un ejemplo al contar que Valls acudió a la primera fiesta que montó el Partido Comunista y, según Stein , fue “a hacer fenomenología”, es decir a estudiar y conocer de primera mano el ambiente y las personas de algo tan novedoso en aquellos años 70.
El Banco Popular fue creado “a medida de Luis Valls”, con gente comprometida y de confianza, algo que era imprescindible para formar parte del equipo. Un grupo de profesionales comprometidos con la visión de Valls al que seguían a pesar de no ser, precisamente, el banco que mejor pagaba. Tenían otros incentivos de mayor calado como ser considerado, ser tenido en cuenta y, en última instancia, tener poder de decisión.
Guido Stein hace un matiz muy preciso y oportuno al distinguir entre poder y libertad. El profesor asegura que Valls lo que buscaba era la libertad para poder actuar y no tanto el poder por el poder. El banquero era una persona que buscaba la excelencia en el banco y “ no pactaba con la mediocridad”, una política que le llevó, entre otras, a ser el banco más rentable del mundo en dos ocasiones.
Respecto a las fundaciones, Stein cuenta que los consejeros cedían sus honorarios para dedicarlo a la labor social ya desde los años 50. Gracias a esa generosa visión se pudo ayudar a miles de personas en las que, en los atardeceres como lo bautizó Luis Valls, una de las máximas premisas era la transparencia de su actividad y sus números. No solo quería ayudar, que lo hizo, sino que además todo fuera contado para cumplir con la máxima de transparencia total.
El relato del profesor del IESE termina haciendo un reconocimiento específico de Valls por la filosofía española, revelando que el banquero ayudó durante largos años a muchos estudiantes de filosofía en sus estudios de grado, postgrado e investigación.